En las películas se ve hermoso…
En los libros lo describen como un acto de
unión inquebrantable
Y ahí voy de IDIOTA a EMPIERNARME, y nada de
eso es verdad.
Esta es mi experiencia en el arte de la EMPIERNADA.
Esta es mi experiencia en el arte de la EMPIERNADA.
Pus ahí tienen a este chango gordo y peludo
que vive enamorado de su cama. Lo saben, nunca les he mentido, me gusta estar
acostado, disfruto mucho dormir, si por mí fuera, podría tener los ojos
cerrados y las sábanas pegadas hasta las 12 del medio día TODOS LOS DÍAS.
Podría asegurarles que vivo en un eterno romance con mi cama, por lo mismo no
soy muy bueno compartiéndola.
Sí, ya sé, se oye raro, pero SOY SINCERO. El
plan de acostarte con alguien, compartir tu colchón y ver una película o DORMIR
TODA LA NOCHE con una pareja, suena increíble, pero NO lo es… y no sean
mentirosos, NO ES CÓMODO. Nada CÓMODO.
La EMPIERNADA: Pus ya, planeas todo, preparas
todo. Tienes la cama (hasta la sacudes y
tiendes) tienes la televisión y la VHS (pa´
los menores de 30, pueden decir DVD o Blue Ray). Limpias la recámara,
escondes TODAS las PlayBoy y H (obvio, previamente “almidonadas”),
consigues una “buena película” de esas Románticas de weyes güeros y mamados y
mujeres “inocentes”... El escenario perfecto está preparado. Empierneichon Time allá voy.
Vas por la dama que iluminará el cuarto con
su presencia. Llegan, charlan, ponen la peli, se recuestan. #UtaMadre
ahí empieza el pedo: Se acuesta de tu lado de la cama… y pus ni como decirle
que se abra, pus no es de caballeros. Entonces buscas la maldita manera de
acomodarte del otro lado. No sé porqué pero es más difícil que manejar una combi,
no hay manera de acomodarse del otro lado, como que tu cerebro está
especialmente diseñado para ocupar solo un lado de la cama. Todo te parece
extraño, la luz, el control remoto, la almohada, la cortina, la vieja… TODO.
Ya, logras “superarlo” y “acomodarte”, (un poco emputado por tener que ceder tu
lado) y recuestas tiernamente la
cabeza de la bella dama sobre tu pecho… AH QUÉ LINDO. Pero la verdad es qué,
como no es tu lado de la cama no acomodaste las almohadas, entonces estas plano
y con la cabezota de la morra encima; no ves nada de la película… pero como
eres un “caballero” no la quieres molestar.
#DeHaberSabidoNiNazco |
Luego, como que haces que le acaricias el
cabello, pero en realidad tratas de abrirle paso a tus ojos en medio de aquella
jungla de pelos. Ya. Medio ves la película.
Luego: recordemos que la cabeza es la parte
más pesada del cuerpo (en mi caso en la
panza porque #SoyTuFat) por lo
que aquel bello momento en pareja, se convierte en una lucha por poder respirar…
pos es que oiga usté, uno se sofoca con facilidad.
Luego: La película resulta ser la peor jalada
romántica de la historia, ni chistes, ni chichis, ni balaceras, ni chichis, ni
autos, ni chichis, ni terror, ni chichis… bueno, NI CHICHIS salen en toda la
maldita película. Entonces, uno hace lo que tiene que hacer: DORMIR. #UtaMadre
no sé sí ya les conté que soy gordo, creo
que sí, por lo que mi condición amorfa y el exceso de papada en mi cuello
pús me hace RONCAR. Y cuando digo roncar, créanme que es: R-O-N-C-A-R.
Obviamente la chica se da cuenta de tu
pequeña siesta… #UtaMadre ya se armó el pedo. “¿no te gustó la peli?, ¿ya
te aburrí?, Si estabas cansado ¿para qué me invitas?, ¿te molesta que venga a
tu casa?, No te gusta estar conmigo, No compartes mis gustos, solo me quieres pa
cog”… una letanía completa.
Ya. Logras medio calmar a la fiera, le
explicas que bla bla bla y siguen
viendo la mentada película. Se vuelve a acomodar sobre ti, ya tienes la posición
indicada, la acaricias, entiendes por fin la peli y: PINCHE GORGOREO EN LA
PANZA. Pus es que cómo no, si sabías que la vieja nunca traga, entonces se
atascaste como marrano y ahora la tripa quiere hacer lo suyo: ¡¡sacar todo lo
que metiste!! #NeMemes qué pena. El intestino ruge más que el vocho desbielado
(sí, desBielado con B, viene de BIELA). Los
gases quieren abandonar tu cuero y la cabeza de la mujer está cerca de esa “zona
de escape”… sin duda; puede morir.
Te meneas meneas y meneas lo más que puedes, discretamente
tratas de acallar los ruidos infernales, discretamente tratas de que dejen de
pelear esos gatos que tienes dentro de la panza porque hasta pueden arañar la
cara de la chava, luego discretamente te das golpecitos para aventar al otro
lado al pedo… en fin; haces todo DISCRETAMENTE para evitar convertir esa escena
romántica, en una cámara de gases Nazi. Los retortijones te rinden, pides paz y
avientas a la morra por allá y sales corriendo al baño.
Estuviste a punto de reventar una tripa, el
baño te cobró la osadía: se tapó. Tardas horas en limpiar todo tu “DESORDEN” y
en disfrazar el maldito olor. Te acabas una cajetilla de cerillos… sales: La
película terminó, la mujer se enojó/durmió, y tú sigues medio torcido por los
retortijones… después de unos minutos sentado a su lado sobre la cama, la
cenicienta despierta y dice: “ya es bien tarde, ¿me puedes llevar a mi casa?”
#ChingadasNalgas, ora sí, qué, de
coger ni hablamos.
Por eso no comparto mi cama… ella nunca me
hace sufrir.
@Hombre_chango