miércoles, 13 de julio de 2016

Mi EXPERIENCIA en viaje familiar.


Ve con toda tu familia, decían.
Hace un chorro no sales con ellos, decían.
Va a ser muy divertido, decían... y lo fue. En un mundo surrealista, claro, pero lo fue.

Esta es mi EXPERIENCIA en un viaje familiar, DE GRAAAN FAMILIA.

Todo empezó desde principios de junio, pues mi abuelo cumple años el día 22. Y como no todos los días llegas a 84 años, caminando, lúcido y con salud, pues obviamente lo teníamos que celebrar y no había mejor lugar que su amado Veracruz. Cabe mencionar que ni es de Veracruz el pinchi viejillo, pero quiso ir a Veracruz. Pero no a cualquier rinconcillo gacho, no al puerto, no a Mandinga, no a Xalapa, no a los Portales por un cafecito... no! Mi abuelo quizo ir (no sé porqué chingaus) a TUXPAN!!!! Hazme el chingado favor, a Tuxpan... uta madre. Ahí ni los nortes entran porque está bien feo. (niscierto, sicierto)

La onda es que, ya que lograron ponerse de acuerdo tooooda la familia, rentaron un camioncito para no irnos en varios autos, pos la familia (de ese lado) la conforman:
+Los dos abuelos (que gracias a Dios aún los tenemos con nosotros)
+Mi madre
+Dodo
+La tía gorda
+Las Gemelas locas y gritonas
+Y el junior (por no decir bueno pa nada)
A esta ecuación debemos sumarle, los espos@s, los hijos de las hijas (o sea nietos), las tías que ni de la familia son pero les dicen tías y dos que tres colados, Y por colados me refiero a DOS PINCHES PERROS pulgosos. Uno corriente ahora llamados "mestizos" y un pinche Chihuahua inmamable.


Pinchi carretera Tuxpan-Mex es una chulada de la ingeniería
Bueno, pos el pedo siguió cuando nos subimos al camión, parecíamos Güajolotero de Ecatepec. Por suerte los audifonos y ipod son una bendición para esos casos y pues me pude sumergir en mi silencio rítmico durante casi todo el viaje.
Lo que sí estuvo hiperchingón fue la carretera nueva a Tuxpan... ahhh qué chulada de puentes y túneles y curvas y vegetación y todo. Una pinchi chingonería, en serio, el pedo es que también conocí TOOOODOS los pinchis baños de la carretera, pos la abuelita es remiona y las tias también, tons ni pedo, a pararnos en cada caseta/baño existente. Así, el viaje que se hace en unas 3 horas, duró 4:30.

Pero el pedo no fue llegar a Tuxpan, el verdadero pedo fue que el Rancho al que quería ir mi abuelo, está en una madre llamada Balcazar, es decir un pueblo a una hora de distancia, peeeero recordemos que junio es temporada de lluvias y pues Balcazar no es Mazaryk y sus mamonchíchimas calles de concreto, por lo que todo era lodo, piedras, caos y destrucción. Y sí, justo (después de una hora 30 minutos de terracería y hoyos) llegamos a la entrada del Rancho y sí... el pinchi camioncito se atascó. Pero no una, si no DOS VECES! y pos cómo no, pobre camioncito, llevaba a la familia OINK, y está bien que necesita peso para que no patine en el lodo, pero ese tonelaje ya era un exceso y pus el camión se sumió en el lodo y quedó atrapado.
#ActitudConverse


¿Siguiente paso? bajen al chango y a los primos pa buscar piedras y palos (como maestros de la CNTE en plena marcha) pa ponerlas bajo el camión y EMPUJARLO pa sacarlo del cagadero. Lo bueno es que esos lodazales me la pellizcan (no sicerto, tuvo que venir un tractor por nosotros) y sacamos adelante la misión. Salimos victoriosos todos. Bueno, casi todos, porque mis CONVERSE favoritos, de Los Simpson siguen enlodados.





Pero la verdad todo esfuerzo tiene su recompensa y nosotros la tuvimos. ¿Ya les dije que somos una familia de gordos? ¿no? pues somos gordos, algunos muuuuy gordos, y otros nomás gordos, pero gordos al fin de cuentas, y el premio a tal esfuerzo no podía ser otro que: COMIDA. Un delicioso cazo de CARNITAS recién hechas, patrocinadas por un puerquito del Rancho que hoy descansa en nuestras barrigas.
Dios existe y nos lo demuestra en cada cazo de carnitas. 
Todo se había arreglado. Comimos y bebimos bien, el pedo es que la cabaña que está en el pinche Rancho, está más destruída que la cara de Carmen Campuzano y se está cayendo (como la cara de Carmen Campuzano) así que nos tuvimos que largar de ahí para dormir en Tuxpan (porque nadie quiere dormir en Carmen Campuzano). Sí, de nuevo cruzar los caminos de lodo en los que nos atascamos y todo Balcazar y sus insufribles caminos. *Por cierto: puto Javier Duarte, con los 600 millones que te robaste, arregla el camino de ese pobre pueblo, hasta a los caballos les duelen las patas de recorrerlo. 

Cabaña Destruída


Carmen Campuzano Destruída

























Tardamos una hora en comer y de nuevo, DOS HORAS de regreso a Tuxpan. Es neta, las dos horas que hicimos Tuxpan-Rancho, ahora iban de regreso. O sea, 8horas y media en el camión. #ChingadasNalgas.
Llegar al hotel no necesariamente fue un descanso, pues imaginen lo que es acomodar a 22 personas en habitaciones. "Que si no quiero con tal porque le rugen las patas", "que si aquel me caga porque ronca", "que si este se para tempra", "que si aquella deja la toalla en el piso", en fin, es como jugar el cubito de colores que nunca he logrado acomodar sin arrancar las estampitas.

Por fin todos en sus habitaciones, comidos y echados, pensamos que empezaban las vacaciones, pero NOO. El abuelo nos citó a las 8am en el restaurante del hotelucho para desayunar e irnos de nuevo al Rancho. Neta, otras dos horas de hoyos, brincos, lodo y atasque. Y dos de regreso.

#SoyTuFat nivel LEYENDA

La cosa es que, de nuevo, pero haciéndola de a pedo, se trepó toda la familia al camión y de nuevo al rancho... ¿El premio del segundo día? B A R B A C O A. Puuum!!! barbacoa, pancita, carnitas del día anterior, tortillas hechas a mano, cheves frías... el paraíso. No entiendo porqué la familia estaba enojada. Con esa comida me podían llevar al paredón a fusilarme, y les juro que no la hubiera hecho de a pedo. 



Foto sin retoque de color. Así es el mundo, chilangos


Subimos a la cima del cerro del rancho, respiramos aire fresco y limpio, vimos el cielo claro, 10 tonalidades de verdes en los árboles, ríos y pozas que se forman libremente, todo increíble, pero créanme que nada, nada se comparó con la cara de felicidad de mi viejo por tenernos a todos unidos. 



Al día siguiente fuimos a la playa, ahhh que pinchi playa tan fea tiene TUXPAN, sí haces un "buzito" creo que escupes gasolina magna. Pero no hay pedo, la pasamos sabroso, y más cuando nos movimos a Tamiahua y ahí comimos como Dioses Romanos. Les digo, somos gordos incorregibles. Gordos chiiidos. 

Al final, con todo y las peleas de la familia, sus quejas, el alcoholismo del hijo, la histeria colectiva, la delicadeza de otras, el calor de su chingada madre, el pésimo servicio del hotel, que me volaron 4 pelotas de tenis, y los pinches perros que se llenaron de garrapatas... nada, nada, ensombreció la felicidad del abuelo, y la bendición de tenerlo con nosotros. Ojalá Dios nos los preste otros 84 años, pero si no, me encargaré de hacerlo sonreír cada ves que me vea, durante el tiempo que esté con vida. Porque de eso se trata la vida, de compartir, dar y sonreír. 


Y sí, como lo dice su gorra, es El Mejor Abuelo

Gracias por leerme, humanos. Y ojalá este texto sirva para que corran al cuarto, a la casa o al teléfono de su abuel@, madre, padre, hermano o amigo y le digan lo que sienten por ellos. Hoy estamos y disfrutémoslo, mañana, quién sabe, pero no dejemos el amor pendiente.

Paz.
@Hombre_Chango